viernes, 6 de marzo de 2009
Política para Amador
Tras la lectura de este libro voy a dar unas pequeñas conclusiones acerca de lo que Savater nos intenta transmitir a través de sus páginas.
Evidentemente este libro trata, de un primer vistazo, de política. Lo cual está bastante bien ya que creo que no tenemos una conciencia política muy bien definida (en lo que se refiere a origen, causas, tipología, filosofía política, etc.) del tema. Puede que estemos muy al día de lo que se cuece en nuestro congreso o charlemos a menudo sobre tal o cual partido político pero creo que nos falta una base para hablar "con rigor" de política y para esa base (ya sea para empezarla como para complementarla) este libro nos viene la mar de bien.
Primero, se nos da una introducción al tema, empezando por una definición a nivel individual de las características humanas (este apartado es similar al que aparece en "Las preguntas de la vida", quizás con un retoque enfocado a los capítulos posteriores). A continuación es cuando empieza ya, a mi parecer, a describirse el tema fundamental del libro: "la sociedad". Todo rasgo, por nimio que sea, de política viene dado automáticamente por el reflejo de una sociedad. Así, definiríamos política por lo siguiente: "la actividad que viene dada por la sociedad y que se ejerce en pro de la misma, en forma de gobierno". Ateniéndonos a esta definición, la democracia se convierte en el ejemplo paradigmático de la misma, aboliendo las formas de gobierno que no cumplen ese simple requisito. Por ejemplo, si la actividad política no viene ejercida por la misma sociedad, ya no estamos hablando de un método político aceptable y menos si esta actividad, además de no venir de la palabra del pueblo no va en pro del mismo pueblo. En estos casos estaremos hablando de sistemas políticos defectuosos (véanse dictadura, oligarquía, teocracia, etc.).
Bien, siguiendo con estos argumentos, se nos propone un interesante punto que me gustaría recalcar: la diferencia entre ética y política. Mientrasque la ética es un método para encontrar la mejor opción entre las que se nos ofrecen para realizar una acción (es decir, jugar con las posibilidades que nos da nuestra libertad), de una manera personal y casi individual, la política es, a grosso modo, algo similar con la gran diferencia de que tenemos que contar con muchos otros, con la opinión de una sociedad y no con nosotros mismos, por lo que el proceso se hace harto complejo y delicado. Ese probablemente sea a la vez el punto fuerte y el punto flaco de la democracia, bella en teoría pero un poco escamosa en la práctica; por mucho que nos empeñemos un grupo de representantes políticos del pueblo nunca podrá aportar una opción satisfactoria para todos, aunque haya representantes de todas la ideología políticas. Aún así, la democracia ha demostrado ser el método más acertado y se merece que seamos tolerantes con ella en ese sentido. Y, aunque con este último fragmento se pueda interpretar que lo que quiero decir es que necesitamos más políticos lo que quiero decir es totalmente lo contrario, en mi opinión, hoy día hay demasiados políticos, tanto en el gobierno como en la oposición y ésto es uno de los principales problemas que probablemente tenemos en nuestro sistema de organización política.
Aunque Savater no hable demasiado del campo del partidismo político (sea por precaución sea por falta de interés en el tema) es evidente que, actualmente (y por desgracia), siempre que hablamos de política parece que hablamos más bien de partidos políticos en concreto. Aparentemente, y como se ha repetido en numerosas canciones, manifiestos, ensayos, etc., España está profundamente divida en dos ideologías principales: izquierda y derecha. Sinceramente, no creo que la cosa esté en un modo tan "blanco o negro" sino que la izquierda bebe de la derecha y viceversa. Encuentro, sin embargo, necesario esclarecer aunque sea algo de ésto ya que creo que la actitud de una de las dos partes ante un tema solo se entiende si la contrastamos con la posición de la otra ideología. Lo que es inaceptable es que una parte quiera suprimir a la otra queriendo imponer completa y automáticamente sus ideas en vez de permitir un diálogo entre iguales (lo primero lo tildaríamos de totalitarismo). Los partidos, ya sean de derecha o izquierda no se diferencian actualmente por su postura ante problemas como el respeto de los derechos del ser humano (nuestra libertad intrínseca, nuestro derecho a la verdad, a las necesidades básicas, etc.) sino por su orientación en los problemas económicos dentro de un marco común. Lo del marco común viene por nuestra base capitalista, que se supone como el terreno de juego donde han de dialogar en la actualidad las distintas ideas económicas. Una postura de izquierdas defiende una protección social del individuo (en lo que se refiere, principalmente a sistemas como el de la Seguridad Social o los distintos servicios del ciudadano). Una postura de derechas defiende una postura individual libre (ver liberalismo económico) sin una restricción empresarial estricta por parte del Estado, con la finalidad de producir el máximo benficio posible y con la idea de un uso privado de los servicios sociales (costeados por los usuarios con el fin de conseguir que éstos sean los más eficaces posibles). A parte de estos puntos, se suelen decir tópicos como que la derecha está más cerca de un punto de vista religioso (que, aunque puede que en una mayoría sea cierto no tenemos que tomarlo como una verdad universal) y la izquierda es más laica (que tampoco tiene por qué serlo) o que la izquierda tiene una mayor preocupación por los temas de medio ambiente y ecologismo (lo mismo que en los anteriores tópicos, no todos son así). Así llegamos al problema de que, por tener ciertas ideas de afinidad por un partido político ya le atribuímos a la persona todos los tópicos, buenos y malos, que porta con sí ese partido.
En cuanto al nacionalismo, aunque comparto las ideas de Savater que lo consideran una "mala idea política" creo que en este apartado el autor deja sacar un poco su "furia literaria" y termina pasándose un poco a mi modo de ver. Su crítica es buena pero el libro se vuelve un poco pesado en ese punto.
Por último, me gustaría resaltar el siempre interesante a la vez que complicado punto de la "felicidad". Creo, al igual que dice Savater en el libro, que hay una conciencia hoy en día un tanto equivocada en torno a la relación entre la felicidad y las relaciones políticas de la sociedad. No podemos pretender en absoluto que los políticos nos den la felicidad (como mucho que se encarguen de los problemas a nivel social) porque la felicidad no es un tema político ni pertenece a la política su estudio ni su alcance para todos los ciudadanos. Puede que haya multitud de temas que le pedimos a los políticos con toda la razón del mundo y estos no los cumplan (al menos como deberían) pero la felicidad no es uno de esos temas. La felicidad es algo tan personal que es imposible que la política pueda acogerla.
El libro es muy interesante aunque puede hacerse algo pesado (sobretodo, como antes he mencionado, en la parte última del capítulo en el que trata el nacionalismo). Esto no le quita mi recomendación aunque advierto al que se lo lea que se lo tome con calma y que vaya asimilando las ideas poco a poco en vez de leerlo todo de un tirón.
Aquí pongo un pequeño vídeo de una antigua canción de Serrat ("Españolito", basada en un poema de Antonio Machado) que me parece adecuada e incluso algo divertida, acorde con este tema (lo siento por algunas imágenes que no vienen mucho a cuento pero es que no he encontrado un vídeo mejor que recoja la canción entera): Ver vídeo (Youtube)
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2 comentarios:
Dani muy bien , vas a ganar el concurso de blogs :)
Estoy leyendo política para amador y tambien leí ética para amador... son libros bastante interesantes que realmente su contenido está incerto en el día a día, es grandioso tener que leer páginas como esas donde nos den a demostrar lo que sucede a nuestro alrededor.
Saludos
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