miércoles, 21 de julio de 2010

La vida eterna

De nuevo volvemos al prolífico Savater que nos hace disfrutar esta vez con una obra que quizá podríamos clasificar bajo el ramo de la "Filosofía de la Religión". Aquí el filósofo intenta exponer sus opiniones sobre las religiones. En un primer momento, tal y como nos indica el título, se centra en el aspecto de las religiones como "un sistema de recompensa", de manera que se le atribuye a la religión la finalidad de "darnos un respiro" (dicho de una manera coloquial) en lo que se refiere a la transición entre la vida y la muerte. Dicho con otras palabras, lo que va a intentar Savater en este libro es combatir con argumentos lógicos muchas de las que, a su modo de ver, son incoherencias religiosas postuladas para dar solución al problema de la muerte. La primera parte del libro es, en la práctica, un camino que vamos siguiendo mano a mano con el pensador para ir descubriendo dichas "incoherencias" e ir filosofando alrededor de ellas para obtener una conclusión persona. Y digo personal porque en este libro, como en tantos otros firmados por el filósofo que nos ocupa, se sigue la ya clásica estrategia didáctica ejecutada por Savater: el escritor va trazando poco a poco un camino que nosotros mismos, los lectores, vamos construyendo junto a él como si fuéramos cogidos de la mano. Savater puede llegar a ser un poco "radical" (si podemos llamarlo así) en determinados momentos -como en varios de sus libros, dicho sea de paso- sin embargo, lo que nunca podremos llegar a sentir con este libro en modo alguno es la imposición de pensamiento. Creo sinceramente que este es un libro para "todos los que quieran leerlo", es decir, los que estén interesados en el tema, dicho de una manera general, de la "Filosofía de la Religión". En pocos momentos durante el libro una persona puede llegar a sentirse incómoda con la narración, ya sea creyente, atea o agnóstica (por supuesto siempre que dichos creyentes, ateos o agnósticos vayan acompañados del adjetivo "tolerante" como es natural en un ambiente democrático) lo cual lo hace realmente interesante ya que es un ejemplo más de cómo tratar un tema de una manera "responsable" como ya nos va teniendo acostumbrados el filósofo guipuzcoano en sus libros.
Lo dicho al respecto del "ambiente democrático" nos introduce la segunda parte o segundo aspecto del libro: el rol que juegan -o que pueden llegar a jugar- las religiones en una sociedad democrática. Savater realiza un exhaustivo análisis del comportamiento de las religiones en el pasado, presente y posible futuro del mundo centrándose fundamentalmente en el cristianismo -padre de la cultura europea- y en el islam -que tanto preocupa hoy en día y que tantos debates ha conseguido establecer-. Se tratan interesantes temas como las actitudes integrista y fundamentalista que nos acechan (no sólo en ambientes tan reconocidos como el mundo Oriente Próximo sino también en sitios tales como EE UU donde los grupos radicales religiosos juegan a diario importantes papeles en la toma de decisiones políticas).
Por último el libro viene acompañado por la recolección una serie de pequeños ensayos y artículos periodísticos que aderezan muy bien la lectura y resultan un buen complemento (sobretodo a la hora de, por ejemplo, comparar la actitud de Savater con el paso de los años y el cambio de la situación política y social si nos propones hacer un pequeño análisis de los mismos). Quizá la única pega reseñable que se le puede atribuir a estos artículos es su repetición: dado que es una recolección, se repiten irremediablemente ciertos temas que, con el paso de las páginas pueden resultar ciertamente odiosos de volver a releer.
Por último he de decir que en mi opinión no es de lo mejorcito que ha hecho Savater pero sin duda merece la pena el leerlo con detenimiento y disfrutar de las reflexiones que nos ofrece la obra.

martes, 6 de julio de 2010

Los usos del ensayo: Fernando Savater en defensa de la Tauromaquia

A continuación reproduzco literalmente el contenido del manifiesto que Fernando Savater leyó en defensa del mundo del toro. Es curioso ver la inmensa cantidad de temas que pueden llegar a ser tratados en el ensayo (particularmente un manifiesto en este caso) y la diversidad de los mismos, demostrando, en parte, la pluralidad de nuestra sociedad y el infinito número de usos de la filosofía que, como nunca me cansaré de repetir, afecta a todos y cada uno de los ámbitos de nuestra vida y filosofar no es sólo estudiar a los clásicos y saberse de memoria tres o cuatro citas interesantes sino que filosofar es vivir la vida en todos los sentidos. Aquí tenemos un ejemplo del grandioso despliegue de la diversidad cultural del que bebe la filosofía.

MANIFIESTO EN DEFENSA DE LA FIESTA

Declaramos públicamente nuestro apoyo a la Fiesta como una de las señas de identidad de nuestro país y de nuestra cultura. Los toros forman parte de nuestro patrimonio cultural y como tal deben ser respetados y protegidos por el Gobierno de la Nación.
Defendemos la libertad y el derecho a seguir disfrutando de la emoción del toreo en las plazas de toros de todo el mundo, sin que nadie nos pueda privar de una de nuestras más preciadas aficiones y formas de ocio.
Contemplamos el toreo como una fiesta plural, del pueblo, que nada tiene que ver con ideologías políticas. Proclamamos que el toreo es cultura en sí, por su capacidad de transmitir emociones a las personas que lo presencian. Estamos de acuerdo con Federico García Lorca, que decía que el toreo es "la fiesta más culta que hay hoy en el mundo".
Reconocemos que el toreo ha sido y sigue siendo fuente de inspiración de artistas de todos los tiempos. La creación cultural y artística que toma como punto de partida la tauromaquia así lo atestigua. Resaltamos el gran valor económico de la Fiesta de los Toros como generadora de puestos de trabajo y generadora de importantes ingresos.
Destacamos los valores ecológicos del toro de lidia como especie única y creación cultural del hombre, que lo ha seleccionado durante siglos. Y taambién como protector de un espacio natural que pervive gracias a su presencia: la dehesa.
Por todo ello reivindicamos el compromiso tanto del Gobierno Autonómico como el Gobierno de la Nación para valorar y proteger un patrimonio único de gran arraigo en nuestra cultura.

Manifiesto leído y firmado por Fernando Savater (además de otros representantes del mundo de la tauromaquia tales como los toreros Curro Romero u Ortega Cano) el día 25 de febrero de 2010 en el Palacio de Ferias y Congresos de Sevilla durante la presentación de la nueva imagen de la Feria Mundial del Toro.