viernes, 6 de marzo de 2009

El elogio de lo inútil

A día de hoy, nos encontramos en un mundo donde tienen prioridad dos palabras: dinero y utilidad. En pocas palabras, podemos decir que nuestra sociedad actual se basa en esos dos términos y que, de una manera más o menos directa, todo se encuentra relacionado con ellas dos, desde un simple objeto (o no tan simple), pasando por el mismo suelo en el que vivimos hasta (por mucho que nos cueste admitirlo) las propias personas. Dejando aparte el tema del dinero que ahora mismo no nos interesa nos vamos a centrar en el de la utilidad.
Probablemente, lo primero que decimos cuando nos muestran algo nuevo es: "Y esto, ¿para qué sirve?", lo que demuestra que todos tenemos nuestra vena "materialista" inculcada por nuestra propia sociedad. Creo que la pregunta sería "¿Tiene que tener todo una función determinada que nos impulse a hacerle un hueco entre lo demás (o llevarla al mismo nivel que las demás)?" o, mejor dicho "¿Realmente es inútil todo lo que creemos que no sirve para nada?"
Creo que la utilidad de algo va asociado directamente a un contexto ambiental y a un punto de vista mediato. Así, por ejemplo, poca utilidad le podemos encontrar a un bolígrafo en medio del desierto y sin embargo, es un instrumento indispensable en el material de estudio diario.
Tras mucho meditar sobre ello, creo que la filosofía es una de las cosas más polivalentes en este sentido. Aparentemente inútil, la filosofía ha sido muy desprestigiada desde siempre y a mí no se me ocurre un ejemplo más "útil" en una gran cantidad de ocasiones (en el mismo ejemplo del desierto nos podría ayudar en varios casos -por ejemplo, creo que a no enloquecer perdido y sólo en medio del desierto-).
En otras palabras, yo pondría en cuestión nuestro concepto de utilidad (y la pondría muchas veces en la lista de peligro de lo "normal" y lo "natural") y tendría cuidado con humillar a algo o (incluso) a alguien con llamarle "inútil" ya que como hemos visto nos estamos haciendo un lío entre conceptos como ser útil (de una manera universal) y tener una determinada función en un determinado momento. Cosas como el ejemplo de la filosofía también pasa con la música o la poesía de la que se suele opinar que son, en la mayoría de los casos "inútiles". Por último, pienso que el principal problema que tenemos es, volviendo al principio, una estrecha asociación mental entre utilidad y dinero: "Todo lo que no proporciona un beneficio es inútil" podría ser un buen lema materialista.

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